Barcia (mayo 2016)

«Aunque en el recuerdo los viajes nunca acaban, siempre tienen un principio: el nuestro comenzó en una bonita casa de Barcía, con vistas al bravío mar Cantábrico. En el entorno paseamos por la playa de Portizuelo, cuyas formas rocosas le daban el aire de un lugar encantado. En medio del bosque, del silencio, la soledad y el abandono que lo cubría todo con un halo de misterio, se encuentra el cementerio musulmán de la Guerra Civil. Visitándolo, la tétrica atmósfera me impresionó profundamente, y me vinieron a la imaginación lo que debieron de ser aquellos tiempos oscuros, 80 años atrás.

Tengo un especial recuerdo de la batea que hicimos en el río Navelgas, el bosque de Muñalén, el pueblo de San Pedro de Paredes… Debo decir que el mejor recuerdo es para toda la gente que me acompañó en esta escapada, en especial para los dos cocineros «cinco estrellas Michelín», Luís y Estanis y por supuesto para nuestro JEFE Jose Ramón, el alma del grupo.»
María Eugenia