«Burgos es para mí un lugar muy especial, familiar puesto que parte de mi familia es burgalesa. Pero volver a su centro histórico es una nueva experiencia cada vez: Las Huelgas, la Cartuja de Miraflores o su catedral son tan maravillosas que volver una y otra vez es algo imprescindible.

Además, siempre nos ofrece algo diferente: La excavación de la zona arqueológica de Atapuerca siempre aporta un nuevo hallazgo y el Museo de la Civilización Humana nos pone en nuestro lugar en una evolución muuuuuuy larga, donde sólo somos un eslabón más.

Y a pesar de conocer la zona, Mina Esperanza y el pequeño pueblecito de Vivar del Cid donde se encontraba nuestra casa rural, han sido los puntos “off the beaten track”, fuera del camino conocido.

En este caso y tras las dificultades para los viajes y reuniones de grandes grupos, la reunión de amigos es lo mejor. Como en todas las escapadas los momentos de charla en las sobremesas, los preparativos de los desayunos y las cenas entre todos y la despedida a la espera del siguiente punto en el mapa son lo mejor de todo.»

Gracias y hasta la próxima.

María José Sanz