Teruel (marzo 2016)

«Ya suenan los tambores, cerca estamos de tierras de Teruel. En Valdealgorfa nos asentamos y desde una de sus bodegas, las de Gilo, nos preparamos para iniciar nuestras peregrinaciones.

Ya suenan los tambores, mientras a la plaza de Hijar llegamos. Al anochecer su estruendo las horas rompe y como un torrente se introduce en la quietud de la plaza que expectante estaba. Hasta el alba, su sonido se mezcla con la luz de los faroles.

Ya suenan los tambores, también en las calles y plazas de Calanda. Las mazas machacan los bombos, las baquetas cimbrean los timbales. Tal es el gentío que no cabe un alma.

Ya suenan los tambores en Andorra, Sus olivos y almendros son testigos de la fiesta, pero este año no habrá procesión. La lluvia cae precisa y crea desavenencia. Que SÍ sale, que NO. Dentro de la iglesia se discute, pero no se cambia la decisión.

Ya suenan los tambores en Alcañiz. Su fragor serpentea por la ciudad durante la Procesión, la del Santo Entierro. Las calles están saturadas, de personas, de frenesí. El arrebato da paso al misterio. Se produce el Sellado del Sepulcro. No se oye un murmullo, todo es silencio, hasta que, de nuevo, el estallido hace temblar nuestros huesos.

Ya suenan los tambores.»
Juan M.